.
Por José Luis Ponsico / El domingo 14 en «La Bombonera», bajo la lluvia, uno a uno. El «Mellizo» Guillermo Barros Schelotto y el paraguayo Nelson Cuevas, los goles. Tres días después, miércoles por la noche en el Monumental, River ganó dos a uno con un golazo de Javier Saviola, 19 años en ese momento. El gol de visitante adquirió mucho valor para el «xeneize»-
Dos partidos Copa Libertadores. El 17 de mayo, el «millonario» ganaba uno a cero con gol del colombiano Juan Pablo Ángel. Antes de finalizar el primer tiempo empató Juan Román Riquelme, tiro libre, impecable desde la izquierda -«chanfle» largo- sorprendió a Roberto Bonano, arquero de River. Se lesionó Hernán Díaz.
Américo Gallego arrastraba ausencias de Eduardo Coudet y Marcelo Escudero, lesionados. En la noche recordada como «la vuelta de Martín Palermo» después de seis meses -rotura de ligamento en octubre del´99- Boca hasta los 30 minutos del segundo tiempo no podía con River. Palermo se había lesionado contra Colón
Los goles llegaron al final. El «Tolo» Gallego improvisó con dos promesas, Ariel Franco y Víctor Zapata. River quedó eliminado al final en «La Bombonera» noche del miércoles 24 de mayo. A poco, Gallego, Clausura´00 utilizó a Eduardo Berizzo, centrocampista y River ganó el torneo dos meses y medio más tarde.
Boca, a su vez, ganaba la Copa Libertadores a Palmeiras, en San Pablo. Definición a penales. Oscar Córdoba, arquero colombiano, volvió como héroe.
Con los «millonarios» a los 31´del segundo tiempo, Marcelo Delgado -salida «falsa» de «Tito» Bonano- en diagonal desde la derecha yendo a buscar la pelota de treinta metros, cambio de frente, de Riquelme. Arco contrario a Casa Amarilla. Uno a cero. Hasta ahí, igualaban e iban a suplementario y penales.
Enseguida, Sebastián Battaglia «bajado» por Roberto Trotta, dentro del área y el árbitro Ángel Sánchez otorgó penal. Lo ejecutó Riquelme con éxito. Boca dos a cero y clasificaba. Cuando faltaba poco llegó el recordado gol del «Titán» que reaparecía.
El tercero de Palermo ingresó a la leyenda del goleador y quedó en el corazón «xeneize». Recibió de espaldas a Bonano. Giró, no pateó, se acomodó. El colombiano Mario Yepes no lo atoró y el «Titán» la tiró a la derecha de Bonano «tapado» por Trotta. Palermo se fue a abrazar con Bianchi.