«Murió Videla. La noticia me paralizó. Inmediatamente empecé a pensar en mis hijos ¿Cómo podía pensar en otra cosa?», dijo Hebe de Bonafini en un comunicado difundido hoy por la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
Hebe agregó que «la cabeza me daba vueltas, quería pensar en algo y nada. Pensaba en ellos y en las torturas a las que fueron sometidos. Veía sus caras gritando, pidiéndome, llamando a todos, como hicieron todos en los momentos más terribles, cuando estaban solos, en los momentos de mayor tortura. Los medios me empezaron a llamar pero no tenía nada para decir».
«Sí, sentí una gran angustia, un gran dolor que me atravesaba por todos lados. No podía pensar en otra cosa. No estaba contenta porque había muerto. No me podía poner contenta pensando en todo lo que nos había hecho. Pensé en todas las Madres, en tanto dolor, en todas las familias destruidas», explicó.
La titular de Madres dijo que se le vino “el mundo encima y cada vez que me llamaba alguien sentía más angustia, porque la mayoría de los que habían apoyado la dictadura, los diarios, sobre todo Clarín, ahora le dicen dictador, ahora le dicen genocida ¡qué vergüenza! Pero yo seguía pensando en ellos, nuestros hijos».
«Tanto que amaron a esta Patria, tanto que dieron por ella y yo tenía que escuchar a estos, que apoyaron la dictadura, hablar de genocida ¡cuánta hipocresía! Nuestro pueblo tiene que entender que toda esa hipocresía hizo posible que nuestros hijos fuesen señalados como terroristas cuando todos estos, que hoy se rasgan las vestiduras, miraron para otro lado», recordó.
«Quise hablar pero no me salía nada. Hoy decidí escribir algo para que todos los que esperaban mi voz se enteren que pensaba. Me quedé ahogada de dolor, de angustia, bronca y tristeza pero de repente me estalló el corazón y dije: ¡Qué suerte que tuvimos hijos tan valientes! Esa es la única felicidad que me surgió al final: la valentía de nuestros hijos de dar sus vidas para que otros vivan», relató ante la ausencia de declaraciones suyas el pasado viernes cuando murió Videla.
El informe preliminar de la autopsia ordenada por la Justicia de Morón determinó que el dictador falleció como consecuencia de un paro cardíaco derivado de las lesiones y fracturas que sufrió cinco días antes cuando se cayó en la ducha de uno de los baños del Penal de Marcos Paz.