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«Nos sentimos satisfechos con los avances en el juicio», afirmó a esta agencia Fabio Villarruel, abogado de la Asociación Miguel Bru, patrocinante de la familia de Daniel Migone, el joven asesinado en la comisaría novena de La Plata. «Los resultados no dependen de nosotros, pero pusimos todo lo que estaba a nuestro alcance», explicó, «El compromiso que tomamos con los padres de Daniel fue tratar de sacar a la luz lo que había pasado. El primer derecho que tienen las víctimas es el de conocer la verdad, y creo que estamos llegando a eso».
El último miércoles prestó declaración el sargento Hugo Oscar Castillo, otro de los policías que estuvieron en la comisaría la noche en que murió Migone. Advertido por el presidente del Tribunal a cargo, el juez Juan Carlos Bruni, que omitir información es delito y que podría ser detenido recordó detalles que podrían resultar ser determinantes para el esclarecimiento.
«El testimonio de Castillo fue totalmente inesperado», aseguró Villarruel, «Nos confesó cuestiones centrales». El sargento no sólo admitió haber escuchado «patadas, golpes y gritos que venían de los calabozos del fondo», sino que también reveló que él y otros cuatro funcionarios se dirigieron por orden del imputado Díaz Zapata a buscar a Migone, supuestamente para llevarlo a cuerpo médico. Fue allí cuando lo encontraron sin vida. «Con el aporte de Castillo varios de los imputados quedaron todavía más comprometidos», subrayó el abogado.
El martes 21 de mayo se reanudará el debate, y está previsto que declare Claudio Jaidar, el comisario a cargo de la seccional en el momento en el que Daniel murió. El mismo, después de lo ocurrido, fue ascendido a la jefatura División Departamental de Investigaciones.
Daniel Migone apareció muerto en la celda de contraventores una hora después de haber sido detenido, el 9 de noviembre de 2005. Sucedió en la misma comisaría donde torturaron, asesinaron y desaparecieron a Miguel Bru en agosto del año 93. Tras ocho años de espera, el pasado 6 de mayo comenzó finalmente el juicio.
En sus lineamientos, el fiscal Martín Chiorazzi y el letrado Fabio Villarruel, plantearon que Daniel murió a raíz de las torturas que sufrió. Villarruel aclaró que los motivos por los que fue detenido ilegalmente Migone se investigan en otra causa.
Los abogados de los imputados argumentaron por la inocencia de los ex policías Daniel Guillermo Espósito, el imaginaria de calabozos Carlos Ariel Tolosa, el jefe de turno Capitán Marcelo Fabián Falcón, el teniente Luis Díaz Zapata y la oficial de servicio María Valeria Maciel. Los mismos sostuvieron que fue un «complot de los presos para sacar beneficios personales». Al respecto, Villarruel aseveró: «Es la matriz de los defendores de los genocidas. Pareciera que desconocen el contenido de la causa».
El juicio está a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal IV, compuesto por los jueces Juan Carlos Bruni, Emir Alfredo Caputo Tartara y Ernesto Domenech.