“Yo entiendo que es como el primer presidente de Sudamérica. Después de doscientos años nos damos cuenta que era importante unirnos”, esas fueron las palabras del primer mandatario boliviano, Evo Morales, el 4 de mayo de 2010, cuando la UNASUR designaba Néstor Kirchner como el primer presidente pro-tempore del naciente bloque regional.
Desde entonces, muchos fueron las idas y vueltas del proceso de integración. A poco tiempo de andar, la UNASUR perdió a su Secretario General y sin embargo el proyecto siguió adelante. UNASUR tuvo un rol fundamental para proteger la democracia en la región, como en el caso de golpes institucionales como en Paraguay o fallidos intentos de golpe como en Ecuador.
“Quito va a ser la capital de UNASUR, de la patria grande”, destacó Rafael Correa al auditorio conformado sobre todo por habitantes de la parroquia San Antonio de Pichincha, aledaña a la sede de la UNASUR, y autoridades como el alcalde de Quito, Augusto Barrera, y funcionarios del organismo regional.
“Es muy emblemático tener este edificio, cuyo nombre será Néstor Kirchner, ese querido amigo”, subrayó.
El mandatario destacó que la obra potenciará mucho el desarrollo de ese sector de Quito y explicó que se analiza junto a las autoridades de la provincia de Pichincha hacer un continuo, es decir, integrar el complejo de la Mitad del Mundo con el de la UNASUR.
El presidente Correa dijo que pese a ser sede de la UNASUR, el edificio podría servir también para reuniones de la OEA o –mencionó en broma- de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
El moderno edificio, de cinco pisos, se construirá en un área de 20.000 metros cuadrados. Las tres plantas superiores servirán para los niveles operativos, ejecutivos y de directorio y con oficinas para cada delegación y el secretario general del organismo.
Otra de las áreas servirá como sala de convenciones, salón principal de presidentes, salas de prensa, traducción simultánea, proyecciones, auditorio, cafetería, restaurante y estacionamientos internos, todo ello, rodeado de piscinas, proyección aterrazada y una playa exterior con un área de más de 14.000 metros cuadrados de espacios verdes y parqueaderos de estacionamiento de 190 espacios. La inversión para la construcción de esta obra es de 38 millones de dólares.