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Por Lucía Pires / “Carlos Burgos podría haber sido cualquiera”, declaró su abogado Rubén Carrazone en diálogo con esta agencia y en ese sentido explicó que “fue acusado a minutos de ocurrida la salidera bancaria. Fueron a inculpar a alguien y lo encontraron a él”.
Burgos, el joven de 20 años imputado como presunto autor del disparo que terminó con la vida de Isidro, el hijo de Carolina Píparo, recuperó ayer su libertad luego de que el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de La Plata declarara su absolución.
Carrazone, quien también fue abogado de Roberto Aníbal, el testigo de la causa Candela fallecido en circunstancias sospechosas tras denunciar amenazas de la policía Bonaerense, analizó las similitudes entre ambos casos. Según el Letrado, en las dos situaciones, las fuerzas policiales cometieron graves irregularidades: “Cuando la policía, en este caso de La Matanza, se ve desbordada por un crimen que se vuelve muy mediático, sale a la calle a inculpar a cualquier persona, o llama a un testigo para que diga cosas que no vio”.
Los testigos que prestaron falsas declaraciones bajo presiones de la Bonaerense para inculpar a inocentes fueron constantes tanto del caso Píparo, como del caso Candela, y hablan de la modalidad de trabajo de la policía. “Estas personas han estado en el lugar de los hechos, pero dicen cosas que no han visto. Estos testigos fueron inducidos por la Policía a decir, por ejemplo, que Burgos fue quien disparó, cuando todos saben que no fue así”, ejemplificó Carrazone.
La absolución de Burgos dejó al descubierto, para el Tribunal, el procedimiento irregular de la policía de La Matanza. “Gracias a Dios se pudo demostrar la inocencia de Burgos”, expresó su abogado, “pero hay mucha gente en su situación, muchas personas detenidas injustificadamente”. El joven pasó tres años privado de su libertad por este caso, llegó a juicio oral sin muchas pruebas en su contra y terminó sin ser acusado por la querella cuando Píparo descartó que fuera el atacante y señaló como autor material del disparo a Carlos Moreno.
“Hay muchas Carolinas, muchas Candelas, muchos casos donde por cuestiones de calmar el clamor popular o las presiones de superiores el personal de calle sale a detener a cualquiera”, aseguró Carrazone y analizó que los acusados injustamente generalmente carecen de recursos. “Son arrojados adentro del penal para que se arreglen como puedan”, agregó.
El padre de Burgos está preso en la cárcel de Olmos por haber participado de salideras bancarias. Al principio de la investigación, el fiscal Marcelo Romero mantuvo la hipótesis de que este hombre podría haber planificado el robo a Carolina Píparo desde la cárcel. Nada lo conectó con el caso.