Carlos Burgos, el joven de 20 años que llegó al juicio del caso Píparo como presunto autor del disparo que terminó con la vida de Isidro, el hijo de la víctima de la salidera bancaria, recuperó hoy su libertad luego de que el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de La Plata declarara su absolución.
«La cárcel fue un infierno, pero se demostró que soy inocente. Siempre fui con la frente bien alta», dijo esta tarde Burgos al salir de la sala de audiencia del TOC 2 y recordar que en el penal lo hostigaban llamándolo “matabebés”.
El joven responsabilizó a la Bonaerense por involucrarlo en la causa y mantenerlo preso durante tres años. «Lo único que me gustaría es que como me ensuciaron que me limpien, porque yo soy una persona honesta», sostuvo y pidió “que la policía no me moleste más”.
Su abogado, Rubén Carrazone, denunció hoy la irregularidad del proceso que llevó a su cliente a quedar detenido por el caso y aseguró “lo involucraron porque en un primer momento necesitaban un detenido”.
Burgos había dicho durante el juicio que el 29 de julio de 2010 la policía fue hasta su casa para decirle que tenía que ir a firmar unos papeles a la Comisaría Segunda. Se presentó en la seccional con su mamá y lo llevaron a un patio.
“Aparecieron tres oficiales con muchas estrellas, me sacaron fotos y me preguntaban qué había hecho. No sabía de qué me hablaban y quedé detenido”, relató el joven ante los jueces.
A pesar de ser acusado en un principio como el autor del disparo que mató a Isidro, la propia Carolina Píparo lo desvinculó durante el juicio al reconocer la voz de Carlos Moreno y señalarlo como el hombre que la había atacado.
Moreno fue condenado hoy a prisión perpetua junto a Miguel «Pimienta» Silva, Juan Manuel Calvimonte, Luciano López y Carlos Jordán Juárez.