Bajo el lema De la indignación a la rebelión: escrache al sistema, el 15-M convocó marchas en más de una veintena de ciudades de este país europeo para conmemorar el segundo año de vida de esta espontánea plataforma ciudadana.
Las organizaciones sobre las que pivota el movimiento tomarán los mismos espacios públicos donde hace dos años tuvieron lugar las acampadas, con el fin de expresar su oposición a las políticas de austeridad y los recortes y reclamar una mayor participación democrática.
Denunciarán que los problemas que entonces los llevaron a protestar, lejos de solucionarse, se agudizaron en los 16 meses de gestión del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, del derechista Partido Popular.
Las movilizaciones del domingo se enmarcan en una campaña de acciones que llevan el título de Mayo Global, y serán el pistoletazo de salida de unas jornadas reivindicativas que se extenderán durante todo el mes.
Como en 2011, la madrileña Puerta del Sol se convertirá mañana en el epicentro de las celebraciones de Juventud sin Futuro y Democracia Real Ya, por sólo citar a algunas de las agrupaciones que gestaron el 15-M a través de las redes sociales de Internet.
En la capital española, varias marchas que partirán desde diferentes pueblos y barrios confluirán en Sol, transformada en todo un símbolo tras la acampada de casi un mes protagonizada por los desencantados en 2011.
Una vez en la emblemática plaza, los indignados realizarán en la noche el característico «grito mudo», habitual en este tipo de protestas y consistente en permanecer en silencio durante un minuto con las manos en alto, mostrando las palmas.
Barcelona, Valencia, Sevilla, Bilbao, San Sebastián, Zaragoza, Valladolid o Gijón acogerán también manifestaciones para volver a defender que los ciudadanos no son mercancía en manos de políticos y banqueros, una de las principales consignas del movimiento.
«Este mayo demostraremos que no nos vamos, que no nos rendimos, que seguimos construyendo», afirmó en su página web el colectivo Acampada Sol, surgido precisamente del campamento en Sol y que, dos años después, sigue siendo uno de los ejes principales del 15-M.
A juicio de varios de sus integrantes, el mayor logro de los indignados ha sido la politización de muchas esferas de la vida social que están viéndose afectadas por los duros recortes presupuestarios, ante lo cual se intenta dar una respuesta colectiva.