El Tribunal en lo Criminal 4 de La Plata continuó hoy con la segunda del juicio a cinco ex policías de la Comisaría Novena acusados de asesinar a Daniel Oscar Migone, quien fue hallado sin vida dentro de una celda de esa seccional el 10 de noviembre de 2005.
“Queremos justicia por esos jóvenes que crecieron con un papá asesinado por la policía y con toda la bronca lógica de un hijo que pierde a su padre. Creo que esta es la oportunidad de demostrar que se puede hacer justicia”, indicó hoy Rosa Schonfeld de Bru en diálogo con AgePeBA.
Tras recordar que los hijos Migone tenían en 2005 trece y diez años, la presidenta de la Asociación Miguel Bru, que representa a la querella, consideró que “los pibes tienen derecho a creer que hay justicia porque si un policía comete un delito tiene que ser juzgado y culpado por lo que hizo como cualquier otra persona”.
“Es necesario romper definitivamente con la cadena de encubrimiento que existe entre los policías”, reiteró la mujer y estimó que será “imposible” para los acusados seguir sosteniendo la hipótesis del suicidio.
En este sentido, Rosa destacó el testimonio brindado ayer por Luciano Maidana, un ex detenido de la Novena, que negó enfáticamente que Migone se haya ahorcado.
“La declaración de este testigo fue muy importante porque demostró tener claro que Daniel no tenía modo de haberse ahorcado desde el camastro de la celda de contraventores con su con su campera de jean, como dice la Bonaerense”.
Además, enfatizó que Maidana “se acordaba perfectamente de las condiciones en que lo habían ingresado y aseguró que en la celda de contraventores no había un clavo para engancharse ni nada que se sostenga la hipótesis del suicidio”.
Durante la audiencia de este martes, en tanto, se escuchó el testimonio de otro ex detenido, Daniel Adolfo Distasio, quien dio un relato detallado de la noche en que Migone ingresó detenido a la Novena para aparecer muerto una hora después.
Contó que notó a su amigo muy preocupado porque le habían armado una causa por el robo de un estéreo.
“Le querían meter un automotor. Yo le creí, porque entre nosotros no había ningún motivo para mentirnos”, dijo y agregó que luego escuchó que “durante unos minutos golpeaba la puerta y puteaba a los policías para que lo fueran a sacar. Cuando me asomé a la ventana no lo vi más”.
Media hora después, cuando volvió a mirar, encontró el cuerpo “inerte” de su amigo tirado boca abajo en el piso, con los brazos extendidos, una mancha de sangre al lado de la cabeza y la campera de jean extendida a su lado. “Lo habían sacado y lo volvieron a poner”, aseguró.
Después de eso dijo que empezó a los gritos contra los policías Luis Díaz Zapata y Carlos Ariel Tolosa, que estaban tomando el pulso a Daniel, y les preguntó qué le habían hecho “al pibe”, reclamando que lo llevaran urgente a un hospital. “Para mí ya estaba muerto. Lo sacaron para dejarme tranquilo a mí. Estaban muy preocupados”, sostuvo.
Distasio también relató cómo sufrió en persona la metodología de la bonaerense: “Cuando me detuvieron me rompieron 4 costillas, el pulmón izquierdo y perdí la visión en un ojo. Estuve internado un mes en el San Martín. El servicio de calle golpeaba y les rompía los huesos a todo el mundo. Era normal. A veces se escuchaban los gritos desde arriba o de un cuartito que está abajo cerca de la cocina”, explicó. Al ser interrogado por el Tribunal sobre el motivo por el cual no escuchó gritos la noche del crimen, respondió contundente “Se fueron de mambo. Le habrán dado bolsa, lo que hace la policía en los casos de tortura”.
En coincidencia con los ex detenidos que declararon ayer, este nuevo testigo negó que Migone se hubiera ahorcado.
“No me entra en la cabeza. Yo mismo hice la prueba con una campera. Tendría que haber estado enrollada y estaba extendida al lado del cuerpo. Eso lo pusieron”, afirmó.
Esto ratifica la falta de condiciones materiales en la celda de contraventores para que Daniel se haya ahorcado, el único lugar posible de colgarse era la unión de la columna de una tarima que oficiaba de cama, que estaba a 30 cm. del piso.
Otro testigo fue Ramiro Godoy, quien justificó su falta de memoria en la cantidad de pastillas que consumía en esa época. Se mostró reticente y temeroso -al igual que los ex detenidos que declararon el primer día- y coincidió con Distasio en que Migone les dijo que lo querían hacer cargo de un robo “porque andaba con la mujer de un policía”
Durante las audiencias fue llamativo el temor de la mayoría de los ex detenidos al momento de declarar. El tribunal se ocupó de preguntar a Godoy si había recibido algún tipo de presiones o amenazas. El mismo Distasio afirmó que “hay presos que dicen que no recuerdan por miedo, y que cuando declararon en su momento dijeron que no vieron nada porque dormían. ¿Qué le pasó a Miguel Bru en la Novena?”, recordó.
Por el caso son juzgados los policías Daniel Guillermo Espósito, Carlos Ariel Tolosa, Marcelo Fabián Falcón, Luis Díaz Zapata y María Valeria Maciel.
El fiscal Martín Chiorazzi y el abogado de la Asociación Miguel Bru, Fabio Villarruel, le imputan a los cinco efectivos torturas seguida de muerte, mientras que la Secretaría de derechos Humanos de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP y su decana, Florencia Saintout, se presentan como veedores del juicio junto a otras organizaciones.
La tercera audiencia será este miércoles y se espera el testimonio del ex comisario Claudio Jaidar, entre otros policías y testigos importantes en esta causa.