El referente de la derecha venezolana ya tiene antecedentes a la hora de generar críticas hacia otros jefes de Estado de la región. La que inauguró el blanco de diatribas fue la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, a quien, la derecha venezolana le reclamaba acerca de una deuda millonaria con Caracas, sin tener nunca ningún tipo de prueba, ni algún número que detalle tal reclamo, en los días de asunción del presidente Maduro.
El domingo pasado, luego de que el primer mandatario de Ecuador, Rafael Correa, concedida una entrevista al canal de noticias estadounidense CNN, las infamias del pobre líder opositor no se hicieron esperar y vía twitter embistió: “no se meta en los asuntos internos de Venezuela”, luego de que el mandatario ecuatoriano lo tildó de golpista.
Por su parte, Nicolás Maduro salió al cruce y vía twitter, retrucó “La misma Oligarquía heredera de quienes dividieron Nuestra América atacan con odio a Presidentes herman@s del continente, la respuesta debe ser más unión y lucha por la felicidad de nuestros pueblos”. Sin mencionarlo, respondió así.
“Pa` lante hermano Presidente Correa, pronto nos veremos para seguir uniendo a nuestros hermosos pueblos Suramericanos de Ecuador y Venezuela”, dijo Maduro en otro mensaje vía esa red social.
El presidente venezolano también se refirió a los dichos de Capriles respecto de Raúl Castro, a quien acusó de aconsejarle “no hacer la auditoría” de los votos de las elecciones del 14 de este mes, en las que el chavismo se impuso por estrecho margen.
La oposición venezolana no es la primera vez que confronta contra los jefes de Estado latinoamericanos por apoyar a Maduro y reconocer su triunfo en los resultados de los comicios presidenciales del pasado 14 de abril, porque en realidad lo que más le duele es que abortaron los proyectos destituyentes alentados por la extrema derecha venezolana y con la mirada cómplice de Estados Unidos.