Perdedores de las elecciones, la prensa corrupta, la partidocracia y ciertos grupos sociales, temo que en su desesperación puedan recurrir a la violencia. Estamos analizando seriamente esos escenarios y no permitiremos que el país se vuelva un caos, recalcó.
Los derrotados en las urnas han elegido la opción de la violencia, denunció Correa en su informe sabatino al pueblo desde Mocache, provincia de Los Ríos, sin identificar a los implicados en esa conspiración.
«Miren los discursos de seudos indígenas que no son indígenas, electos para ciertas dignidades. Discursos de violencia, discursos obstruccionistas, discursos radicales», agregó Correa.
«Yo sí veo que se está configurando para esta gente frustrada, porque no sacaron nada en las urnas, la opción de la violencia y hay que estar muy atentos», manifestó el Jefe de Estado.
Las posiciones radicales de la oposición están respaldadas por la prensa mercantilista, precisó Correa, la cual dijo siguen repitiendo en sus titulares una supuesta criminalización de la protesta social.
«Si le caen a palos a un policía y se mete preso al agresor dicen que es criminalización de la protesta social y nos bombardean todos los días con esos adefesios, con esas tonterías», cuestionó Correa.
Lamentó que el mismo discurso opositor pretende manchar la reestructuración de la justicia emprendida por el Gobierno de la Revolución Ciudadana, en búsqueda de la independencia de esa función del Estado.
Aseguró que todo tipo de desinformación que pretenda ser transformada en violencia será combatida con una administración de los recursos del Estado transparente y con comunicación.
Al mismo tiempo, denunció Correa, toda una campaña publicitaria para posicionar la idea de que ha habido fraude en las elecciones de Venezuela, de que la victoria es ilegítima y desestabilizar al gobierno del Presidente Nicolás Maduro.
Agregó que no hay cómo dudar de los resultados, pues hubo centenares de observadores y se ha hecho la auditoría al 54 por ciento de los votos, en tal vez el mejor sistema electoral del mundo, totalmente electrónico, con 18 elecciones sin cuestionar un solo voto.