Será éste un fin de semana abocado a continuar con los trabajos solidarias para con los inundados. Para hoy se espera la concentración en La Plata de casi 8.000 jóvenes, estudiantes y militantes de las más diversas organización sociales y políticas, de la mesa de Unidos y Organizados, para desplegarse por 38 lugares de trabajo, sobre todo escuelas, del territorio platense, con el fin de profundizar las tareas
El vicegobernador Gabriel Mariotto visito este sábado temprano a los voluntarios que siguen trabajando en el centro humanitario que funciona desde el miércoles en el Edificio Néstor Kirchner de la Universidad Pública, sede de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP. También recorre las escuelas del distrito abocadas a las labores de socorro, como parte de su trabajo al frente del Senado, al que apenas acaecidos los hechos decidió sacar a la calle, para tareas de asistencia humanitaria.
La iniciativa tomada el miércoles por la decana de Periodismo, Florencia Saintout, de abrir la Facultad para darle refugio a casi 70 familias evacuadas de los barrios más castigados y disponer de un centro de recolección y distribución de ayuda, hizo que el Edificio Néstor Kirchner se convirtiese en uno de los epicentros de las tareas solidarias, convocando a miles estudiantes, docentes y militantes del espectro más amplio de organizaciones sociales y políticas, sobre todo de la mesa de Unidos y Organizados.
También se acercaron a la Facultad dirigentes y funcionarios de la Provincia, del Municipio y Nación, entre ellos el vicegobernador Gabriel Mariotto, los senadores provinciales Santiago Carreras y Emilio López Muntaner, entre varios otros; el diputado nacional Andrés “Cuervo” Larroque; el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni; la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; la hija de la jefa de Estado, Florencia Kirchner, y muchos más.
En una crónica distribuida por AgePeBa esta mañana se contaba: el buffet del Edificio Néstor Kirchner fue convertido en un centro de logística y organización, desde donde planifican las tareas y se mantienen comunicaciones permanentes con los barrios que reclaman la ayuda más urgente.
El resto de la sede fue totalmente destinado al alojamiento de víctimas y al acopio de las donaciones que llegan, para clasificarlas e inventariarlas, antes de cargarlas a través de largas cadenas humanas en los fletes y camiones del Ejército que trasladarán esa ayuda a los barrios damnificados.