Durante el juicio, los peritos contables no lograron detectar el origen ni los movimientos de los fondos que poseía Sobrado en sus cuentas bancarias.
Cuando declaró, el imputado presentó diversos títulos de propiedad, constancia de pago de ingresos brutos y ganancias de los años en los que fue funcionario público, así como documentación que acreditaría el origen de gran parte de sus ingresos.