Sergio Berni ratificó hoy que el Gobierno nacional no enviará a la Gendarmería a Junín, donde se produjeron incidentes tras el crimen de la joven Karen Campos durante un asalto, y remarcó que quienes deben responder por los hechos son el intendente, Mario Meoni, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli.
El secretario de Seguridad de la Nación dijo que lo ocurrido en ese distrito fue un hecho «desgraciado y lamentable» y criticó las declaraciones de Meoni de «fuerte connotación política», mientras “no se hace cargo de los problemas que tiene su comunidad».
También sostuvo que la seguridad en Junín, como en el resto de los municipios de la Provincia, es «responsabilidad” del ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, y del gobernador Daniel Scioli, “a quien objetivamente le corresponde que haga un análisis con nosotros».
«La Policía Bonaerense es una vez y media el tamaño de Gendarmería Nacional, con la diferencia que la Bonaerense está circunscripta a tareas solamente en la provincia de Buenos Aires y Gendarmería Nacional está en todas las provincias de la Argentina», explicó.
Berni señaló en este marco que “no hay política contra la inseguridad si no hay políticas de inclusión».
«La seguridad es una cuestión muy compleja donde la presencia policial es una arista, no es determinante ni la única. Además, tiene que haber un importante compromiso de la Justicia, pero fundamentalmente tiene que haber una política activa por parte de cada uno de los gobiernos para atacar este flagelo”, completó.
Imputados por los incidentes
Cuatro personas, todas ellas mayores de edad y oriundas de Junín, quedaron imputadas por los incidentes registrados anoche en esa ciudad bonaerense, confirmó el fiscal Roberto Luis Rodríguez.
En una rueda de prensa de la cual también participó el fiscal general de Junín, Juan Manuel Mastrorilli, Rodríguez dijo que los cuatro aprehendidos están imputados por distintos delitos, entre ellos intimidación pública, y aclaró que mañana les recibirá declaración indagatoria.