La presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe Bonafini, dijo que la muerte de Hugo Chávez le generó «un dolor que no se puede contar”
“Pero sí quiero contarles que las Madres tuvimos el privilegio de que Chávez fuera nuestro amigo», agregó en un comunicado.
Hebe recordó cuando Chávez fue a la Universidad de las Madres a inaugurar las Cátedras Bolivarianas y que “siempre nos invitaba a todos los actos que había en Venezuela».
«Yo tuve la posibilidad de hablar con él en un acto enorme en esas plazas maravillosas. No sólo se va un compañero, se va un insustituible. Uno de esos hombres que nacen cada tanto. Que no se repiten. Por eso estamos muy tristes y queremos mandarle un abrazo a toda su familia, a toda la gente que lo está acompañando», añadió.
Hebe también advirtió que ahora el vicepresidente venezolano Nicolás Maduro “va a tener que poner mucha fuerza para seguir adelante con el proyecto de Chávez” y aseguró que “las Madres estaremos siempre con él y con la revolución bolivariana».
Por su parte, Taty Almeida, integrante de la Línea Fundadora de Madres, compartió el dolor y dijo que tanto a Chávez como al ex presidente Néstor Kirchner «los unía el mismo sentimiento de ver a una región unida».
«Nos duele a todos los latinoamericanos por haber formado parte de una época histórica que ha tenido tantos presidentes elegidos por el pueblo con un denominador común: la integración latinoamericana», dijo Almeida tras conocer el deceso del presidente venezolano.
Al igual que Bonafini, se mostró convencida de que «continuará el legado de Chávez porque es un estupendo discípulo y tendrá la fuerza de continuar junto a su pueblo el camino de la Revolución Bolivariana».
Almeida recordó que conoció al líder bolivariano en un acto oficial realizado en la Casa de Gobierno, durante la presidencia de Néstor Kirchner: «Al terminar el acto, empecé a saludar a los invitados y escuché una voz fuerte que detrás mío me llamaba para saludarme. Ahí le di un abrazo y le dije: ‘¡Mire usted, le estoy dando un abrazo a un milico!’. Él me sonrió y con ese tono declamatorio tan característico me trasmitió su admiración por las Madres».