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El cadáver hallado el sábado último en un arroyo de la localidad bonaerense de Ezpeleta pertenece a Yanela Ludmila Medina, la nena de 11 años que había desaparecido de su casa ocho días antes, según lo determinó un estudio de ADN, confirmaron fuentes judiciales.
Los padres de Yanela asistieron ayer a la morgue pero no pudieron reconocer el cadáver, aunque dijeron que la ropa coincidía con la que llevaba puesta la nena en el momento de su desaparición. Por esa razón se ordenaron los estudios de ADN.
Los datos de la autopsia realizada ayer determinaron que el crimen de la niña fue cometido mediante un empalamiento y se cree que ocurrió durante un ataque sexual, ya que sólo llevaba puesta la remera y el buzo.