Dos hombres irrumpieron hoy en la casa de Leonardo Andrada, el maquinista que declaró como testigo en la causa por la tragedia ferroviaria de Once y que anteayer fue asesinado en Ituzaingó.
El episodio ocurrió esta madrugada, mientras los restos de la víctima eran velados en una cochería situada en Olivera al 1018, a unas 32 cuadras del domicilio de Andrada, en dicho partido del oeste del conurbano.
La casa está ubicada en la calle Esmeralda al 800, donde el maquinista de 53 años residía junto a su actual pareja y su madre. Sus familiares habían colocado en la puerta un cartel en el que anunciaban dónde y a qué hora se realizaba el velatorio.
Cuando un pariente y un acompañante regresaron a la vivienda advirtieron que la puerta de entrada estaba violentada y al ingresar se sorprendieron al hallar a dos hombres desconocidos, quienes los amenazaron verbalmente y escaparon corriendo.
En los alrededores de la vivienda, los dos sospechosos, a los que el pariente de Andrada dijo no haberles visto armas, se toparon con efectivos en un patrullero que aparentemente habían sido alertados por un vecino que oyó cuando rompieron la puerta.
Voceros judiciales indicaron a la agencia Télam que los policías persiguieron a los sospechosos, pero que éstos finalmente escaparon.
Algunos testigos dijeron a los pesquisas que durante la persecución se escucharon disparos que se investigan si fueron efectuados por los sospechosos, los policías o de ambos lados.
En tanto, los investigadores hallaron en el interior de la casa de Andrada las dos habitaciones revueltas, por lo que procuran determinar si llevaron alguna pertenencia.
Una fuente judicial con acceso al expediente dijo que, por el momento, manejan tanto la hipótesis de que se trató de dos delincuentes que entraron a robar al advertir a través del cartel que no había nadie en la casa, o que quisieron hacerse pasar por ladrones para ocultar algo más que esté vinculado al homicidio.
El mismo informante señaló que, respecto del crimen del maquinista, hasta esta tarde los investigadores no habían podido hallar imágenes del hecho captadas por alguna cámara de seguridad ni testigos presenciales del crimen.
Andrada fue asesinado a balazos alrededor de las 6 del viernes, en José María Paz y Malabia de Ituzaingó, donde fue atacado con aparentes intenciones de robo cuando se dirigía a trabajar a la vecina localidad de Castelar.
El cuerpo sin vida del maquinista estaba recostado sobre una columna de un refugio con tres disparos en la espalda, los cuales pudo haber recibido durante un forcejeo con sus atacantes, previo al robo de su teléfono celular.
En el lugar, los investigadores encontraron un cuchillo que se cree fue utilizado por la víctima para defenderse del ataque.
La fiscal de la causa, Florencia Di Sciacio, investiga todas las hipótesis porque la Policía le informó que el maquinista tenía una pequeña suma de dinero en su bolsillo.