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Por Agustín Espada / Después de ser tentado para dirigir a Boca Juniors, de rumores sobre su renovación de contrato y, por sobre todas las cosas, una excelente campaña en el Torneo Inicial 2012, Guillermo Barros Schelotto afrontó su segunda pretemporada a cargo del equipo “Granate” y es uno de los máximos candidatos a quedarse con el título de campeón que se le negó sobre el final el semestre pasado. Y es que puede ser que el destino le haya quitado ayer para darle hoy: sobre el cierre del mismo torneo quedó afuera de la Copa Libertadores 2013 y es esa una de las principales razones por la cual aparece entre los equipos mejor encaminados en la previa al Torneo Final.
No todas son certezas en el equipo que prepara el Mellizo, ni tampoco fueron fáciles las negociaciones para complacer sus pretensiones futbolísticas. Cuando uno ingresa a la web oficial del club aparecen Matías Fritzler, Diego Valeri y Mario Regueiro en una foto promocionando la camiseta Granate como los grandes emblemas de la institución. Lo cierto es que los primeros dos no estarán más en el plantel ya que fueron transferidos. El Polaco Fritzler continuará su carrera en el Kasimpasa SK de Turquía mientras que el ex campeón de 2007 lo hará en la liga estadounidense de fútbol para los Portland Timbers.
La principal duda se presenta a la hora de reemplazar al volante central, uno de los jugadores más destacados en el pasado torneo y el cual hizo crecer mucho futbolísticamente a los compañeros que lo rodeaban como Víctor Ayala y Guido Pizarro. Precisamente en ellos confía el técnico para cubrir la salida del experimentado mediocampista.
La mayor falencia de Lanús en el pasado torneo fue la falta de contundencia de sus centrodelanteros. Ni Silvio Romero ni Gonzalo Castillejos pudieron concretar las situaciones que el equipo generó. Por esa razón Guillermo pidió por la llegada de un “9” y a pesar que las comitivas por Nicolás Blandi, Lucas Viatri y Gastón Fernández no llegaron a buen término, Ismael Blanco contó con el visto bueno del entrenador para sumarse proveniente del Munich 1860 alemán cuando el estado de las negociaciones comenzaba a alterar el humor del Mellizo.
A pesar de la llegada del ex Colón y Olimpo de Bahía Blanca, entre otros, la dirigencia grana no se quedó quieta y cuando la pretemporada culminaba consiguieron darle a Guillermo y a su hermano un gusto de los grandes. Cristian “Pochi” Chávez, luego de que Carlos Bianchi le comunicara que no sería de sus preferidos a la hora de armar el equipo, se incorporó al equipo para suplir la cuota de fútbol perdida con la partida de Diego Valeri y con la posible venta del uruguayo Mauricio Pereyra –quien se encuentra en negociaciones con el FC Krasnodar de Rusia-.
De esta forma, el club del sur se quedo con una de las joyas del mercado de pases. El “Pochi” fue pretendido, entre otros, por Racing Club, Newell’s Old Boys y equipos de España e Italia, aunque finalmente y para no perderse de la vista de Alejandro Sabella –el jugador considera que si fue citado sin tener mucha continuidad en el Xeneize, ahora sumará mayores chances- consideró la oferta de Lanús, quien compró el 50% de su pase en una cifra cercana al millón de dólares.
De esta forma, Guillermo Barros Schelotto parece haber cumplido sus objetivos también en la pretemporada, reforzar el ataque y sumarle jerarquía al equipo en la generación de fútbol. De cara al inicio del Torneo Final, como es su costumbre, Lanús parece no haberse visto afectado masivamente por el mercado de pases y se planta en una posición expectante pero a la vez protagonista, buscando confirmar todo lo conseguido y mostrado hasta el momento para potenciarlo y pelear por el título nuevamente.