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Según el comunicado de las autoridades, se procederá durante este mes al desguace y la compactación de las primeras 150 de un otal de 3.500 motocicletas que permanecen en el depósito municipal e Control Urbano.
A raíz de una ordenanza aprobada el año pasado y que entra en vigencia durante este mes, la Municipalidad quedó en condiciones de disponer de esos vehículos para que sean vendidas mediante subasta pública o sometidas a un proceso de compactación que las convertirá e chatarra.
A su vez, dicho ordenanza le permite incorporarlas a la flota de patrullas municipales. Según se explicó desde el municipio, «los rodados secuestrados en distintos operativos de control jamás fueron reclamados por sus dueños, quienes prefieren dejarlas abandonadas antes que presentarse y cumplir con los requisitos exigidos para poder recuperarlas».
Se aclaró que las motos que irán a compactación, subasta o que pasarán a la planta de móviles oficiales no están «judicializadas», o sea que no forman parte de causas penales por robo, accidentes u otras cuestiones que hayan generado un proceso judicial.
A su vez, se explicó que «cualquier ciudadano que tenga dudas sobre si su moto robada está en Control Urbano puede pasar a verificarlo con la documentación» respaldatoria por las oficinas de calle 20 y 50.