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Una vez que Vélez Sarsfield se consagró campeón del Torneo Inicial 2012, todos los equipos comenzaron a preparar el plantel que afrontaría la segunda etapa de la temporada, el llamado Torneo Final. Desde la dirigencia de Racing Club apostaron a retener a los tres juveniles que mantuvieron con chances al equipo hasta la decimoséptima fecha. Ni Ricardo Centurión, ni Luis Fariña y ni Luciano Vietto abandonarían las arcas Académicas. Sin embargo, 40 días más tarde de prometer la continuidad de las nuevas estrellas, no lograron cumplir con su palabra.
Ante las múltiples ofertas que llegaron desde Europa por los jugadores, Roberto Ayala se había promulgado en contra de su venta. El tridente de juveniles sería el arma ofensiva de Luis Zubeldía para otorgarle una alegría al pueblo Albiceleste. El deseo del Ratón contó con el apoyo de Gastón Cogorno y parecía que sólo era cuestión de rechazar las negociaciones para que no se modifique el curso del plantel.
Uno de los más buscados desde el Viejo Continente fue Ricky, habilidoso carrilero por izquierda. En el principio del mercado de pases Racing fue claro, el que lo quiera tiene que ofrecer 15 millones de euros. Ninguno de los interesados aportó esa cifra, el más cercano fue Porto de Portugal con ese montó por Centurión y Fariña, cediéndole durante los próximos seis meses al Wachiturro, algo que no se aceptó.
Una vez que cayeron las tratativas, apareció en el horizonte el drástico Sudamericano sub-20 de la Selección Argentina, que tuvo a Ricky como uno de los peores rendimientos. Con el jugador totalmente desvalorizado por su desempeño en los tres partidos que disputó, entró en juego el Anzhi de Rusia. Uno de los nuevos ricos que tiene el fútbol mundial, los rusos ofrecieron una generosa suma de 7.5 millones de euros y desde Avellaneda dieron el OK.
Con el acuerdo entre las instituciones restaba definir en qué momento se iría el volante, ahora o en junio como lo prometieron Cogorno y Ayala. Nuevamente el que perdió fue Racing –al igual que al fin del Sudamericano-, el jugador continuará su carrera en Rusia y no tendrá la chance de ser una pieza clave en el equipo de Zubeldía. Una supuesta malformación en uno de sus tobillos fue la excusa de los rusos para quedarse con él y no darle oportunidad de regresar a Argentina.
Las promesas de la dirigencia Racing hacía el hincha no se cumplieron, el tridente que despertó esperanzas en los fanáticos de la Academia no volverá a verse las caras en los próximos seis meses y ahora el club debe buscarle un reemplazante a Ricky. Si bien la venta es la mejor en la historia de la institución, el patrimonio Albiceleste no fue protegido y desde ahora Centurión promulgará ilusiones con otra camiseta.