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El juicio tuvo un receso de dos semana antes de las cuales Fernández realizó una declaración voluntaria que continuaría mañana, a partir de las 10, cuando el Tribunal Oral en lo Criminal 21 permita a las partes hacerle preguntas.
El entonces secretario adjunto de la Unión Ferroviaria está acusado de instigador del crimen al igual que el ex secretario general, José Pedraza, cuando una patota del gremio junto a barrabravas atacó a un grupo de tercerizados de la línea Roca, que pedían su blanqueo laboral mediante un fallido corte de vías.
Fernández aseguró no haber tenido más información del crimen el que vio por televisión, aunque testigos aseguraron que el delegado Pablo Díaz, organizador de la patota, se comunicó por celular con éste y recibió la orden de retirarse del lugar.
Durante la semana próxima volverán a realizarse audiencias y luego el juicio pasará nuevamente cuarto intermedio hasta febrero, cuando se inicie el tramo final del proceso con los alegatos.
En total hay diez integrantes de la patota ferroviaria acusados de tener distintos roles en el hecho, y hasta ahora habían declarado Gabriel “Payaso Sánchez”, quien negó haber disparado un arma; Guillermo Uño, que negó haberla guardado y Salvador Pipitó, quien dijo no haber amenazado al equipo de C5N para que no filme.
El más comprometido es Cristian “Harry” Favale, un barrabrava que aspiraba a ingresar como ferroviario y al que varios testigos identifican como uno de los que disparó y se jacto de haberle pegado “en la panza al zurdo”.
Todos llegaron detenidos al juicio, a diferencia de siete policías que están acusados de haber liberado la zona permitiendo que se concretara al agresión donde, además de Ferreyra, fueron heridos de bala otros tres manifestantes.
En noviembre pasado, tras 27 años de dirigir la Unión Ferroviaria, Pedraza fue desplazado, al igual que Fernández, tras comicios que proclamaron como reemplazantes a Sergio Sassia y Eduardo Fuentes