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Contrario a una reacción corporativa por parte del Poder Judicial, que se evidenció al votar en contra del fallo en favor del Grupo Clarín, el juez de la Corte Suprema Eugenio Raúl Zaffaroni brindó una entrevista a Página 12 en la que sostuvo que se siente “complacido por el simple desafío de ‘repensar‘ lo judicial”.
“Nadie puede dudar de que la Presidenta, más allá de la posición que se tenga a su respecto, es un verdadero cuadro político, alguien que viene de la política de toda su vida. Que de una persona de esa condición emane un reclamo de ‘repensar‘ lo judicial me entusiasma», reconoció.
En ese sentido, el magistrado sostuvo que «sería bueno lograr que, al fin, la política se haga cargo de la necesidad de ‘pensar‘ y ‘repensar al judicial». «Parece que todos creen que el judicial es un apéndice que funciona solo. Desde la política nadie ha pensado seriamente que un Estado democrático necesita un modelo de Poder Judicial acorde y que eso no se hace por sí mismo, sino que debe pensarse, meditarse y estructurarse», apuntó Zaffaroni.
Por otra parte aseguró que muchas modificaciones pueden realizarse no sólo sin una reforma de la Constitución, sino que podría llevárselas a cabo con la sola voluntad de la Corte Suprema. «Podríamos pensar ya desde la Corte en establecer un ingreso del personal administrativo por concurso o prueba, lo que se viene demorando desde hace años», ejemplificó.
En tanto, cuestionó el proyecto de «juicios por jurados» impulsado por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, al que caratuló como «caro y lento».
Por último, al consultársele acerca de qué modificaciones le gustarían como primer paso, enumeró: «Si se recompone la distribución de tareas, se ingresa en lo administrativo por pruebas o concursos, se escoge a los jueces en concursos rápidos y transparentes, se agiliza el procedimiento civil y penal, se dispone el control ciudadano en los juicios penales y se prepara a los jóvenes para los concursos como nueva generación de recambio, por lo menos de momento me sentiría muy satisfecho».
«En el largo plazo, sin apuro, por supuesto que puede pensarse en reformas más ambiciosas, pero de momento las inmediatamente posibles son muy importantes y se demoran desde hace muchísimos años», concluyó.