Desde hace cinco días, autoridades dominicanas impedían el cruce hacia su territorio, y la medida puso en tensión a la zona hasta anoche, cuando se anunció la solución del conflicto.
Ambos países acordaron dotar de visas a los mil 80 haitianos concentrados en el puente sobre el río Masacre, próximo al municipio dominicano de Dajabón, de la provincia homónima. Dominicana se comprometió a renovar 280 permisos vencidos y otorgar otros 800, mientras que Haití entregará actas de nacimientos y pasaportes a los nacionales carentes de esos documentos.
La víspera, autoridades dominicanas del más alto nivel celebraron varias reuniones para encontrar una salida positiva al problema.
En ese sentido, el presidente dominicano, Danilo Medina, convocó a un encuentro al ministro de las Fuerzas Armadas, Sigfrido Pared, y al director general de Migración, José Ricardo Taveras, a quienes se sumó el embajador de Puerto Príncipe aquí, Fritz Cinéas.
Por otra parte, una comisión conformada por organizaciones de la sociedad civil dialogó en el despacho del ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul, con funcionarios gubernamentales, bajo la guía del viceministro de la Presidencia Luis Henry Molina.
Durante estos días, a raíz de la medida, se produjeron incidentes violentos como lanzamientos de piedras e incendios de neumáticos a ambos lados de la frontera.
Además, el personal del consulado dominicano en la ciudad haitiana de Oanaminthe tuvo que ser evacuado a toda prisa hacia su país por las amenazas de varias personas que se presentaron allí molestas con la situación.
Ambas naciones ocupan la caribeña isla de La Española, y según diversas fuentes entre uno y dos millones de haitianos viven en Dominicana, donde trabajan mayoritariamente en la construcción, la agricultura y servicios domésticos.
Taveras precisó a finales de noviembre pasado que su país tiene registrados para residir de manera legal a nueve mil 385 haitianos.