En un comunicado, Lubertino manifestó que «con el cierre de la línea A por tiempo indefinido se está causando grave perjuicio a los derechos de los usuarios de subtes, ello sin garantizar mínimamente una prestación supletoria que permita movilizarse sin que ello implique un colapso del transporte público terrestre».
Sostuvo que «distintos expertos entre ellos directivos de Metrovías, el ingeniero Raúl Ávila -Inspector de Higiene e Ingeniero Civil de SBASE-, Miguel Bonilla Ruiz -auditor catalano-, Alejandro Nazar Anchorena y Edgardo Kutner -ex presidentes de SBASE- han manifestado que en ningún caso es necesario suspender completamente el servicio de la línea A».
«Estos especialistas evaluaron que el plazo necesario para cambiar la flota sería sólo de unos pocos días», agregó.
Lubertino afirmó que «tampoco resulta urgente cerrar la línea por motivos técnicos, considerando que es la que ha registrado menos averías e incidentes en sus 99 años de servicio, y la que mayor inversión en seguridad y renovación de infraestructura ha recibido en los últimos siete años».
La diputada enumeró obras que se realizaron sin suspender el servicio: “la Secretaría de Transporte de la Nación ejecutó en la Línea A la Renovación de 17 km de vías y todos los aparatos -cambios de trazado- con rieles largos soldados y durmientes biblock de hormigón armado». Asimismo «se reemplazó en su totalidad la instalación eléctrica, haciendo nuevas estaciones transformadoras y un sistema de señalamiento de última generación. En todos los casos sin discontinuar el servicio».
A su vez, Lubertino reclamó por la continuidad laboral y comercial de los locales que funcionan en dicho subterráneo: “el gobierno porteño debe garantizar el derecho a estos trabajadores que en este momento se encuentran en la incertidumbre total y absoluta sobre cuándo podrán reiniciar sus actividades».
«El mayor problema se refleja en que a causa del cierre de la línea no existirá flujo de pasajeros que consuma en los negocios”, señaló.
También, manifestó su «preocupación por el destino de los coches “La Brugeoise” de un importante valor patrimonial» y remarcó que «esta formación, por sus particularidades, tiene una probabilidad de colisión mucho más improbable que otras más modernas».