Varios de los miembros de las patotas que se mueven en Malvinas Argentinas bajo las órdenes del intendente local, Jesús Cariglino, quedaron al descubierto luego de comprobarse su participación en los robos organizados de Grand Bourg, el pasado 21 de diciembre.
Según reveló ayer el diario Tiempo Argentino, en base a testimonios y documentos fotográficos, Horacio “Terri” Pérez, coordinó el saqueo a una carnicería ubicada en la esquina de las calles Ricardo Rojas y San Lorenzo.
“Terri” Pérez, quien trabaja para la Municipalidad en tareas de limpieza del espacio público, llegó al lugar en una camioneta de la comuna y contó con la colaboración de Oscar Pereyra, Adrián «La Mona» Bejarque y Ramón Juste, entre otros delincuentes a sueldo.
Todos ellos son investigados por golpear brutalmente a periodistas, familiares de víctimas de mala praxis y vecinos que el pasado 5 de junio se movilizaron hasta el hospital municipal “Claudio Zin” para protestar por las irregularidades sanitarias que se registran en el distrito desde hace varios años.
Así se desprende del expediente de la causa que instruye la Fiscalía N°23 del Departamento Judicial de San Martín, al que tuvo acceso AgePeBA.
El abogado Jorge Cancio, que representa a varios familiares de víctimas de mala praxis en Malvinas, confirmó que “son todos hombres del intendente Cariglino, que con este accionar lo único que pretendió fue generar caos, dolor, incertidumbre y conmoción interior atacando a sus propios vecinos”.
Cancio también reparó en la connivencia policial, ya que, al igual que en los hechos del 5 de junio, durante los saqueos la Bonaerense “dejó actuar a la patota del intendente”.
De hecho, varios efectivos de la Comisaría Primera de Grand Bourg son investigados por su inacción ante las agresiones durante la marcha al Hospital “Claudio Zin”.
En esa oportunidad, la patota de Cariglino arremetió contra familiares de las víctimas y periodistas de Télam, Tiempo Argentino, Crónica y medios locales que cubrían la movilización en la localidad de Pablo Nogués.
Unos meses después era asesinado el enfermero Walter Navarro, quien se desempeñaba en el Hospital “Claudio Zin”, había denunciado irregularidades en el sistema sanitario local y era uno de los principales testigos de las agresiones del 5 de junio.