El Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, condenó a 5 años y medio de prisión a Silvia Molina, acusada de apropiarse de Sebastián Casado Tasca, luego de que su madre lo diera a luz en cautiverio.
En tanto, la médica Nora Manacorda recibió una pena de 10 años por firmar el certificado de nacimiento que permitió la sustracción de identidad.
Ambas fueron condenadas como «cómplices del genocidio» que impuso la última dictadura cívco-militar «al participar del traslado por la fuerza de un niño de su grupo familiar a otro grupo».
El viernes pasado, los fiscales Hernán Schapiro y Gerardo Fernández habían pedido 10 años de prisión para Molina y 12 para Manacorda, acusadas de los delitos de retención y ocultamiento de menor de 10 años, supresión y suposición de estado civil y falsedad ideológica de documento.
Por su parte, el abogado de Abuelas de Plaza de Mayo, Emanuel Lovelli, había solicitado la pena de 13 años de prisión para Molina y 19 años de prisión para Manacorda.
Casado Tasca, quien recuperó su identidad en febrero de 2006, nació en marzo de 1978 cuando su madre Adriana Leonor Tasca, estudiante de derecho, estaba cautiva en el centro clandestino de detención conocido como “La Cacha”.
Tasca permanece desaparecida, al igual que el padre de Sebastián, Gaspar Casado, también estudiante de derecho secuestrado junto a su esposa, quien, según testigos, estuvo detenido en la ESMA.
Tras dar a luz, el niño fue entregado por un oficial de las Fuerzas Armadas a un matrimonio allegado, integrado por Ángel Capitolino y Silvia Beatriz Molina, quienes lo inscribieron como hijo propio, con el nombre de Sebastián Capitolino, con una partida de nacimiento falsa firmada por Manacorda, médica de la policía bonaerense que se desempeñaba en la División Sanidad de la fuerza.
Ángel Capitolino, hoy fallecido, había sido denunciado en 1984, pero en esa oportunidad no se pudo acreditar la verdadera filiación de Sebastián Casado Tasca, por lo que se declaró extinguida la acción penal. Sin embargo, en octubre de 2009 se declaró la apropiación de Casado Tasca como un delito de lesa humanidad.
“Recuperar mi historia fue increíble. Mi familia biológica es lo más maravilloso que me pasó en la vida”, afirmó el joven.