El Ejecutivo bonaerense descartó hoy que la provincia de Buenos Aires vaya a imponer un impuesto de 10 centavos por litro de nafta consumido en el territorio bonaerense, como había anunciado este fin de semana el ministro de Infraestructura, Alejandro Arlía, en el marco de un plan para mejorar las rutas bonaerenses.
En una reunión de gabinete, encabezada por el gobernador Daniel Scioli, se decidió como alternativa la creación de un fondo para el mantenimiento de la red vial, cuyos mecanismos serán articulados con la Nación.
El jefe de Gabinete, Alberto Pérez, explicó además que buscará trabajar con los intendentes porque en materia vial “hay dos tramas: las provinciales y la urbana de cada municipio”.
“Hay un gobierno provincial que en conjunto con los municipios va invertir en un tema fundamental como es que se pueda transitar con mayor seguridad en toda la provincia”, aseguró el funcionario.
La Provincia decidió dar marcha atrás con el plan de gravar los combustibles para financiar el arreglo de las rutas bonaerenses luego del rechazo generalizado tanto de la Casa Rosada como de las comunas.
El ministro de Economía de la Nación, Hernán Lorenzino, y su par del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, salieron a criticar duramente la medida propuesta al rechazar «la creación de nuevos impuestos cada vez que una administración tiene el desafío de la concreción de una obra”.
Con el plan de gravar los combustibles, Scioli se había sumado a los anuncios del gobernador cordobés, José Manuel de la Sota, y del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, para avanzar en el mismo sentido en sus propias jurisdicciones.
Uno de los intendentes bonaerenses que se había manifestado en contra del impuesto a los combustibles fue Jorge Ferraresi porque afirmó que “generaría una baja en la demanda y un aumento indirecto en otras cosas”.
“Va en contra de la política económica del gobierno nacional porque la fortaleza del sistema es el consumo interno, y si nosotros le quitamos dinero a través de impuestos, los vecinos no podrán gastar”, dijo.
Además, el jefe comunal bonaerense había destacado que “el incremento del combustible no sería discriminado para los que más tienen y así estaría pagando el aumento tanto un remisero como alguien que tiene un cero kilómetro”.
“Por eso esta es una propuesta de política económica recesiva y no con una política activa que tendría más que ver con cargar más sobre los que más tienen y distribuir mejor”, concluyó.