Portando carteles y telas con sus demandas y repitiendo a viva voz sus consignas, las columnas de manifestantes fueron llegando a la ya emblemática Plaza de Armas, escenario de numerosas protestas populares en los últimos meses.
Nuevos grupos de organizaciones sociales y sindicatos se unirán durante el resto de la mañana para permanecer apostados en el lugar al iniciarse la sesión del día de la Cámara de Senadores, la cual debe decir la última palabra sobre el proyecto que tiene media sanción de parte de los diputados.
En la misma plaza, acampados hace más de dos meses, se encuentra casi un centenar de campesinos provenientes de Ñacunday, en el departamento de Alto Paraná, quienes reclaman la entrega de tierras por parte del gobierno y el aval del Parlamento para la expropiación de terrenos con ese fin.
Los sindicatos de docentes plantearon que la reducción de fondos al presupuesto de Educación impedirá cumplir el compromiso suscrito con el gobierno durante la última huelga general del sector, el cual incluye el pago de deudas a los maestros y la asignación de bonificaciones familiares.
El contingente de la Federación Nacional Campesina protestó por el intento de reducir los recursos que permitirían al Estado la compra de tierras en manos de latifundistas para su entrega a miles de familias de labriegos que carecen de ella, además de afectar suministros a los asentamientos.
Por su parte, el Frente para la Mujer fustigó al Poder Ejecutivo y al Congreso por la crítica situación de la atención hospitalaria con crisis hasta de insumos que afecta a la población, el drama del desempleo femenino y el desconocimiento de los derechos de las féminas.
El gobierno de Federico Franco enfrenta una crisis que le llevó a decisiones unilaterales de demoras en la entrega de partidas asignadas en el presupuesto actual a distintos sectores, con las afectaciones y protestas correspondientes.