La medida se fundamenta en el uso intensivo de las rutas por el transporte de carga, mayor cantidad de vehículos y los desastres climáticos de los últimos tiempos.
“Debemos dar una salida de mayor seguridad para los usuarios y eso hay que pagarlo. Para hacer frente a una red de 10.853 kilómetros, como tiene la provincia de Buenos Aires, son muchos los recursos que se necesitan”, indicó el ministro de Infraestructura, Alejandro Arlía.
El funcionario informó en este sentido que su cartera trabaja en un proyecto que será girado próximamente a la Legislatura como «Plan de Mejoramiento Integral de las Rutas de la provincia de Buenos Aires».
La iniciativa, que aún se encuentra en proceso de elaboración, aplicará un impuesto al combustible que podría rondar en una «pequeña carga fija de 10 centavos» por litro, a fin de conformar un fondo para el «mejoramiento de la red vial».
En declaraciones a Radio Provincia, Arlía destacó que su equipo trabaja en el ajuste de «una serie de variables» para evitar que la medida «impacte demasiado fuerte sobre la producción».
«Pensamos una salida solidaria, en la cual aquellos que más utilizan las rutas, por eso el impuesto sobre el consumo en la provincia de Buenos Aires, aporten a la red vial» para «mantenerla en buen estado, expandirla y darle condiciones de seguridad y confort a todos los usuarios».
La carga fija de 10 centavos a las naftas y el gasoil «puede significar un fuerte impulso para un plan de mejoramiento de la red vial», porque en la Provincia se venden «más o menos 600 millones de litros por mes».