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Por Agustín Espada / Aunque con distintas miradas, al inicio de la temporada Independiente y Quilmes sabían que deberían disputar esta lucha. El Cervecero por ser uno de los dos equipos provenientes de la B Nacional –el otro ascendido fue River Plate-, y el Rojo por acumular pésimas campañas en los últimos dos años. Sin embargo, sus perspectivas fueron diferentes: en Avellaneda se apuntó a nombres con trayectoria y títulos para salir lo más rápido posible del fondo, mientras que en “la ciudad de la cerveza” se prefirió apostar a la base que había conseguido la vuelta a Primera.
Si bien el arranque marcó diferencias –Quilmes cosechó gran cantidad de puntos e incluso venció a Boca Juniors por la primer fecha mientras que Independiente no ganó en sus primeros 8 partidos-, hoy la realidad los encuentra ligados y no solamente por encontrarse a seis estaciones del ferrocarril Roca de distancia sino por compartir el fondo de la tabla de los promedios.
Por otro lado, además de ser compañeros en la zona de descenso directo, comparten el mismo objetivo para las próximas, y últimas, tres fechas: terminar el campeonato fuera de la zona de descenso directo.
Quilmes –acusa 1,063 de promedio- debe conseguir 48 puntos al final de la temporada para poder considerarse fuera de riesgo cuando hoy sólo cuenta con 17 en 16 partidos jugados. Para Independiente -con 1,156 y ocupando la 18va posición de la tabla de los promedios- necesita 50 y hasta el momento cosechó 14 en igual cantidad de partidos jugados. La “ventaja” con la que corre el equipo dirigido por Américo Rubén Gallego es que aún adeuda 45 minutos por disputar frente a Belgrano –encuentro suspendido por la 15ta fecha por agresiones al arquero cordobés Juan Carlos Olave- y los 90 frente a Tigre –por la fecha 12, postergado por las inundaciones que afectaron a la ciudad de Avellaneda el día 29 de Octubre-.
La necesidad de llegar al cierre del torneo Inicial Eva Perón fuera de los puestos de descenso directo puede tener varias explicaciones. Una es claramente tangible: la sumatoria de puntos dejaría a ambos equipos más tranquilos de cara al inicio del Torneo Final 2013. La otra explicación encuentra sus fundamentos en cuestiones psicológicas: finalizar en zona de descenso implicaría realizar toda la pretemporada con la presión de salir de esa sector y, además, para la búsqueda de refuerzos -en el caso del “Rojo”- y el sostenimiento del entrenador -el caso de Omar De Felippe en el “Cervecero”- los partidos a disputarse en lo que restan del año resultan claves.
Las problemáticas actuales también son similares para ambos equipos. Los problemas de lesiones afectaron a ambos equipos: Miguel Caneo, Fernando Telechea, Pablo Garnier, por ejemplo en Quilmes, Luciano Leguizamón, Jonhatan Santana, Fabián Vargas, Claudio Morel Rodríguez en el caso del Independiente.
De la misma forma parecen afectar a ambos los conflictos institucionales. Bien conocida es la lucha de Javier Cantero –presidente de la entidad de Avellaneda- contra la barra brava y de público conocimiento son también los problemas que esto le trajo al equipo con la suspensión del partido frente a Belgrano –a reanudarse el miércoles 28 de este mes a las 18hs con acceso del público de ambos equipos. También se hicieron públicas las declaraciones del presidente del club quilmeño, Aníbal Fernández, contra su predecesor José Luis Meiszner –Secretario Ejecutivo de la Presidencia de AFA y Secretario General de la Conmebol- por los polémicos arbitrajes en los últimos partidos del equipo.
El agua comienza a subir para ambos equipos del sur bonaerense y la lucha por permanecer en la máxima categoría del fútbol argentino comienza a desandar sus capítulos más dramáticos. Arsenal, Godoy Cruz y Tigre serán los rivales ante los que Quilmes saldrá a buscar un poco de aire en las últimas fechas, mientras que River, San Lorenzo –en lo que será una final para el “Rojo” ya que es el rival que más cerca se encuentra de los que dividen por tres temporadas- y Colón serán rivales de un Independiente que intenta evitar el primer descenso en su historia.
En un cierre de torneo en el que todos miran hacia la pelea por el título, Independiente y Quilmes buscan conseguir una posición estratégica fuera de los puestos de descenso de cara al campeonato que definirá su permanencia. ¿Lo conseguirán?