La Plaza de la Democracia fue el escenario, con participación de la población, de la sesión final del juicio que realiza un Tribunal Ético al Congreso paraguayo, acusado de violar la Constitución y de corrupción.
El inédito procedimiento comenzó hace un mes con la constitución del Tribunal, presidido por Luis Lezcano Claude, exmiembro de la Corte Suprema de Justicia, e integrado por prominentes juristas, investigadores e historiadores del país.
Convocado por la Plataforma de Organizaciones Sociales por la Democracia, herramienta de monitoreo y control ciudadano, recibió las denuncias relacionadas con la labor parlamentaria y confeccionó la acusación definitiva contra el órgano legislativo.
El incumplimiento de sus deberes constitucionales, y en primer término, la utilización arbitraria de la figura del juicio político, el uso indebido de influencias y otras prácticas antiéticas y corruptas constituyen los principales señalamientos recibidos por el Tribunal.
La sesión oral y pública permite que un abogado designado por el Parlamento asuma la defensa de la instancia acusada y responda los alegatos de la parte acusadora y, en horas de la tarde, podrá intervenir cualquier ciudadano presente en la Plaza para expresar sus opiniones.
A la noche, tras la deliberación final del Tribunal, se informará su fallo definitivo, el cual marcará un episodio original y trascendente de la historia política de la nación guaraní