Por Víctor Ego Ducrot / Lo único novedoso respecto de aquél diseño de desgaste y acción psicológica, tal cual la CIA en tiempos de Guerra Fría y Doctrina de la Seguridad Nacional estampaba sobre los escenarios latinoamericanos – paro caminero contra el entonces presidente de Chile Salvador Allende, por ejemplo-, lo único novedoso que ofrece el paro de hoy en Argentina, quería destacar, quizás sean los dos siguientes vectores de última generación: el rol organizador en términos estratégicos que cumplen los oligopolios mediáticos – ahí están las usinas de Grupo Clarín trabajando a marcha forzada- y el condicionamiento de arranque que reconocen sus organizadores, quienes saben que no tienen capacidad de traducir en políticas de golpe de Estado efectivo a sus medidas de chantaje, pero que cumplen con relativa eficacia el objetivo de crear mal humor social contra el gobierno.
Y otro dato aclaratorio respecto del concepto de paro cuasiobrero: no significa que no sean trabajadores muchos de los que creen en la justicia de la medida, sino que la misma no se lleva a cabo desde el punto de vista de los intereses de la clase obrera sino desde los aparatos corporativos, entre ellos el que en otras épocas se denominaba “burocracia sindical”, asociado en esta textura histórica con la trama también corporativa de actores hegemónicos, desde el aparato económico y de la red político mediática de la derecha; todos al unísono contra el modelo de transformaciones sociales inaugurado en Argentina en 2003, en el marco de tablero de cambios regionales en una misma sintonía, en algunos casos mas finas que en otros.
“Movilización de sectores vinculados a la logística del transporte y el suministro urbano; búsqueda de indisponibilidad de áreas esenciales como salud, efectivos policiales y otras; coordinación con órganos de prensa y periodistas; reclutamiento de colaboradores en filas sindicales y estudiantiles. Acción psicológica y labor política”. Esa era la agenda sintética para las tareas de “las secciones operativas” de la CIA en la América Latina de la Guerra Fría, según se desprende de los documentos que en su momento hiciera público el famoso Harold «Kim» Philby, el británico que como doble agente de su país y soviético trabajó en las filas profundas de la inteligencia estadounidense. Sus redes en Washington las había tejido en 1949, al formar parte de la misión diplomática del Reino Unido en es ciudad. Philby se transformó en una leyenda y falleció el 11 de mayo de 1988.
No se equivoca el gobierno nacional, cuando a través del vicepresidente Amado Boudou dice que la medida lanzada por las centrales sindicales opositoras es “un reclamo que tiene que ver con planteos políticos personales. Mientras el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, sostuvo que «el paro lo hacen trabajadores registrados con buenos sueldos».
«Los paros están avalados por la Constitución y, en tal medida, siempre somos muy respetuosos. Pero es muy distinto el tema de los piquetes y los cortes. Todo esto en definitiva perjudica al conjunto de la sociedad, a los trabajadores, y al funcionamiento de toda la vida de los argentinos», sostuvo Boudou.
En ese sentido, el vicepresidente indicó que «hay que diferenciar un paro de lo que es un corte, que pone a la sociedad contra las cuerdas porque lo que hace este tipo de medidas es generar situaciones que no le sirven al conjunto de los argentinos». «Me parece que esto desdibuja los reclamos y marca a las claras que es un reclamo político que tiene que ver con planteos políticos personales», concluyó el vicepresidente.
El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, dijo que “el paro lo hacen trabajadores registrados con buenos sueldos”, y comparó la situación del mercado laboral argentino con el de Europa y Estados Unidos: «La movilización sindical en el mundo tiene que ver con protegerse de los ajustes y expulsiones de trabajadores, caída de actividad, creo que la realidad de argentina marca una realidad absolutamente distinta y es responsabilidad de todos trabajar para seguir manteniendo todo lo bueno que se ha hecho».
En ese sentido, precisó que el trabajo del gobierno debe apuntar a evitar que la situación internacional tenga un impacto local. «El gobierno tiene que estar al pie del cañón, para que las consecuencias negativas sean las menos posibles y no se pierdan puestos de trabajo», indicó.
En tanto, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, cuestionó las agresiones que sufrieron trabajadores y comercios que quisieron operar como lo hacen habitualmente. En cuanto al paro, opinó que «no es en favor de los trabajadores», aunque el gobierno «no criminaliza la protesta». «El paro afectó básicamente a la Capital Federal; en el resto del país es otro el panorama», agregó.
“Más que un paro, esto es una maniobra de chantaje a toda la población”, había señalado ayer el jefe de Gabinete del gobierno nacional, Juan Manuel Abal Medina, para quien la medida de fuerza que se esta cumpliendo hoy “más que 20N es 20M, con eme de Magnetto”.
“El corte de rutas, la basura en la calle, las demoras en algún sector del transporte es responsabilidad exclusiva de Moyano, Barrionuevo, Michelli y Buzzi”, dijo el funcionario en una entrevista periodística. Y disparó: “parece que a algunos dirigentes les interesa más la tapa de algún diario. Tenemos que ser claros y poner las cosas en su justa dimensión: más que 20N el paro es el 20M, con eme de Magnetto”.
¿A que no saben que dirían el fallecido Philby? Sí, adivinaron.