García fue profesor emérito de Facultad de Exactas y Naturales la UBA y decano durante nueve años de esa facultad hasta La Noche de los Bastones Largos, el 24 de julio de 1966. En el exilio sobresalió en la Epistemología y fue colaborador de Jean Piaget. En 2009, la facultad lo homenajeó en vida al imponer, con motivo de sus 90 años, su nombre al Pabellón 1 de la Ciudad Universitaria.
Departamentalizó la facultad sin cátedras y los primeros cargos de dedicación exclusiva del país e hizo que el CONICET comprara la primera computadora de Sudamérica, «Clementina», cuyo enorme tamaño obligó a construir el edificio del Instituto del Cálculo en la Universidad Tecnológica Nacional.