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La mujer rescatada tras permanecer tres meses secuestrada y ser violada en una casa de la localidad de Coronel Suárez, Sonia Molina, padece el «síndrome de Estocolmo» y «tiene temores y dificultades del sueño», aseguró el secretario de Salud de la Municipalidad local y psiquiatra de la víctima, Juan José Aspitarte.
“En principio se le podría adjudicar el instinto de conservación o lo que damos en llamar el síndrome de Estocolmo, que es la valoración afectiva hacia sus captores» dijo y aclaró que sin embargo, cuando la internaron «lo que prevalecía era el temor en ese momento a la aparición de esa gente y a volver a vivir la situación que había estado atravesando».
En tanto, Aspitarte agregó que «la paciente en este momento tiene algunos temores, aceleración del pensamiento, dificultades del sueño, propias del reajuste de la situación normal que está atravesando en compañía de gente que no la amenaza».
Al respecto del estado físico de Molina, el médico contó que “durante el transcurso del secuestro le hicieron hacer algunos períodos de ayuno donde sólo comía repollo y estuvo más delgada que cuando ingresó la mañana del lunes”.
Asimismo, afirmó: «desde el peso normal que ella tenía hasta que ingresa al hospital había una pérdida de 20 kilos, pero según su relato bastante pormenorizado estuvo pesando menos cuando estuvo haciendo el ayuno religioso», comentó. «Es la primera vez que me toca atender en lo profesional a un paciente en situación aguda», agregó.
Molina logró escapar a comienzos de la semana de la casa de la periodista Estefanía Heit y su pareja, Jesús Olivera, lugar donde permaneció privada de su libertad en condiciones infrahumanas durante 3 meses.