Por Fernando M. López | El nivel de desprecio de Bartolomé Mitre por la democracia, sus instituciones y la ciudadanía que expresó su voluntad en las urnas no tiene límite.
En una entrevista con la revista brasileña Veja, el director del diario La Nación acusó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de encabezar “una dictadura de los votos”.
“Cristina utiliza el argumento de la democracia en su favor, pero no es más que una farsa. El gobierno viola la libertad de expresión. En el Congreso, hace lo que quiere”, acusó Mitre.
Y agregó: “Ni el gobierno de Perón ni el de la dictadura militar llegaba a tanto. Todo parece nacer de Cristina”.
Mitre, quien llama “dictadura” a un gobierno democráticamente constituido, fue junto con la dueña de Clarín, Ernestina Herrera de Noble, y Héctor Magnetto, uno de los empresarios de medios que actuó a favor de Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, José Alfredo Martínez de Hoz y otros tantos genocidas de la última dictadura cívico militar, ocultó delitos de lesa humanidad y sacó cuantiosos beneficios económicos gracias a su connivencia y complicidad criminal.
Uno de esos beneficios fue nada menos que la transferencia de una considerable cantidad de acciones de Papel Prensa, arrebatadas ilegalmente –sin prescindir del chantaje, el secuestro y la tortura- a los herederos de David Graiver. Precisamente, hoy tanto Mitre como Herrera de Noble y Magnetto son investigados por la justicia federal a raíz de la causa iniciada por Lidia Papaleo de Gravier.
Sin embargo, ahora el director de La Nación acusa al gobierno nacional de “atropellar” al Congreso e “intimidar” al Poder Judicial para avanzar contra Clarín, cuando es este grupo monopólico el que viola de manera sistemática la Ley de Servicio de Comunicación Audiovisual, sancionada democráticamente por el parlamento nacional, y desconoce a la Justicia cuando no le es favorable.
Pero Mitre no sólo desprecia la democracia, sino también al 54 por ciento de la ciudadanía argentina que eligió a Cristina Fernández de Kirchner como presidenta en las últimas elecciones, especialmente a los votantes de las clases populares.
Cuando la periodista de Veja, Nathália Watkins, quiso saber por qué sucedía todo lo que Mitre relataba, pese a que “los argentinos son considerados como cultos y politizados”, el director de La Nación, respondió: “Argentina no es más un país culto”.
“Hay una elite de este país que piensa de una manera y una clase baja que no se informa, no escucha, no toma conciencia y sigue a la Presidenta. Cuanto menos cultura hay, Cristina obtiene más votos”, consideró.
El diario Perfil, aliado de Clarín y La Nación en sus sistemáticos ataques a la Casa Rosada, reprodujo ayer las declaraciones de Mitre a Veja. No obstante, se cuidó de excluir todas las consideraciones sobre las “clases bajas”.