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“Pese al artículo 161, hay una aplicación total de la Ley de Medios”, dijo Damián Loreti durante su participación en el PreMICA Cuyo y en diálogo con Infonews. Abogado, académico y especialista en Derecho de la Comunicación, Loreti fue uno de los redactores de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, convocado por el actual vicegobernador de la Provincia, Gabriel Mariotto, cuando este fuera designado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner como último interventor del desaparecido, con la misión de logar una nueva ley de medios, la que fue finalmente sancionada el 10 de octubre de 2009.
“El corazón de la ley es el derecho del público a la comunicación, a la diversidad y al pluralismo”, sostuvo Loreti, tras participar de una charla sobre la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual durante el PreMica Cuyo que se realizó en San Juan. Asesor de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa y miembro del CELS, Loreti es una voz autorizada en la materia, ya que fue uno de los redactores de la Ley.
Loreti sostuvo que, pese al artículo 161, que implica la desinversión de los monopolios y que se encuentra suspendido desde hace casi dos años por cautelares del Grupo Clarín, existe una aplicación total de la Ley.
“La Ley se está aplicando, lo que falta es un artículo suspendido por un grupo. Es importante, tiene relevancia, no lo discuto a eso; pero sería tonto plantear que, por la falta de un artículo, esa ley no existe. Si se dice eso, se practican dos errores: decir entonces que la ley es un artículo e invisibilizar todo lo hecho”, remarcó.
Para Loreti, el “corazón de la Ley” no es el artículo 161, como se intenta tergiversar desde los grandes medios, sino el reconocimiento al derecho del público a la comunicación, a la diversidad y al pluralismo.
“Me pasé dos años y medio diciendo que, si bien el 161 podía ser la cara, el corazón son las reglas de promoción, soporte y garantía de pluralismo y diversidad”, afirmó. “No sé si intencional o con cierta negligencia, se intentó conducir las conquistas que se iban obteniendo a una especie de naturalización y a seguir discutiendo nada más un solo artículo”.
Según explicó, desde la sanción de la ley en octubre de 2009, existen varias medidas implementadas que aún no tomaron visibilidad. Hablando en términos netamente estadísticos, ya hay 250 licencias en trámite de emisoras comunitarias de muy baja potencia , 692 concursos llamados, 150 radios escolares, una veintena de radios de pueblos originarios, 100 emisoras de cooperativas de servicios públicos y otras 100 esperando, canales universitarios y de pueblos originarios por inaugurarse.
«Pero lo más destacable es el surgimiento de productoras en el Interior que están haciendo ficción. Antes eso era realmente de ciencia ficción”, remarcó Loreti.
«Decir que la Ley no se está aplicando por la suspensión del artículo 161 sería cometer un grave error e invisibilizar todo lo hecho. La Ley es mucho más que eso»
“Si uno recoge lo que fue la épica por la discusión de la ley y la suspensión judicial, con la cantidad de gente que se movilizó, da un paradigma muy distinto a que los medios solamente existen para hacer negocios. Las 2 mil horas ya producidas, la posibilidad de visibilizar eso en las pantallas locales, con producciones independientes, también es una pluralidad importante. No se trata sólo de generar contenido, sino también de multiplicar las ventanas para que se vean”, analizó.
Sobre los aspectos en los que aún falta avanzar, Loreti explicó que hay que recortar los pliegos de los llamados a concursos de televisión digital, que falta implementar las reglas de audiodescripción para las personas que tengan algún tipo de problema para la accesibilidad de los contenidos sin esos aditamentos. También aún queda pendiente que las provincias y las universidades hagan el aditamento de sus medios.
“En relación a cómo estábamos hace tres años, yo siempre soy sumamente optimista. Insisto, el sólo hecho de mencionar que haya producción de ficción en el interior del país y que los escenógrafos, reflectoristas, cameramas, actores y guionistas no se tengan que ir a Buenos Aires a trabajar, es una experiencia sumamente positiva”, reflexionó Loreti.