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Por José Luis Ponsico / «Ahora, estoy mejor. En los primeros tres meses no salía de mí casa. No podía creerlo», contó Marcelo Bravo en diálogo con AgePeBA al referirse a su problema cardíaco que lo obligó a abandonar su profesión.
«Vélez me dio lugar en las inferiores. El que me contuvo fue el DT, Miguel Angel Russo que se portó muy bien en todo momento. Éramos campeones en el 2005 se hablaba de mí futuro y de golpe quedó todo trunco», añadió el ex jugador.
En ese sentido, agregó que «nunca había tenido ningún síntoma, de hecho, en el último partido contra Gimnasia y Esgrima, ganado por Vélez por goleada, no sólo hice un lindo gol sino que corrí sin problemas. Y mucho. No sentía nada”.
“Era un pibe feliz de los tantos que quieren llegar a Primera y triunfar, pero el médico cardiólogo, Roberto Peidró, y los médicos de AFA entendieron que debía dejar», recordó.
Al respecto, Bravo remarcó: «No le deseo a nadie la pesadilla. Estuve tres meses sin salir de mí casa. No quería ver a nadie. Hasta que de a poco fuí recuperando la confianza y la necesidad de salir”.
En tanto, el ex jugador destacó que el club Vélez Sarsfield resultó decisivo “para mí recuperación en la parte psicológica”. “Ahora vivo con esperanza: estoy en Infantiles y preparo a otros pibes», describe Marcelo Bravo llevado como invitado a CN23 acompañado de su joven novia.
En otro orden, el ex jugador refirió que «no se juega bien porque en la Argentina el fútbol es muy parejo y a diferencia de otras ligas se juega con mucho rigor táctico y el juego es muy físico. De mucho roce. Muchos lesionados. En el clásico River-Boca se vivió el colmo de dos jugadores con rotura de ligamentos en menos de doce minutos. Nunca visto. Además, el tema de los desgarrados y lesionados por otro tipo de jugadas desafortunadas».
El recuerdo de Juan Gilberto Funes, ex Gimnasia y Esgrima de Mendoza, fútbol colombiano, River -fundamental en la Copa Libertadores ganada por el «millonario» primavera del´86- la selección nacional y, curiosamente, Vélez Sarsfield, se hace inevitable. «Sí, me contaron el caso del querido ´Búfalo´ Funes. Lo suyo era un tema mucho más serio. Todo el mundo del fútbol sintió una gran pena», concluyó el joven Bravo.