La Cámara de Diputados convirtió anoche en ley el sufragio optativo para los jóvenes de entre 16 y 18 años con 131 votos positivos, 2 negativos y una abstención.
Luego de una maratónica sesión que superó las once horas de debate, los diputados procedieron a aprobar en general el proyecto, que inmediatamente después fue aprobado en particular-
Los representantes de la UCR, el socialismo y el Pro y otros bloques unipersonales abandonaron sus bancas antes de votar molestos por el discurso del diputado kirchnerista Andrés Larroque, quien respondió a diferentes cuestionamientos formulados durante todo el debate por los bloques de la oposición.
El secretario general de ‘La Cámpora’ enfatizó: “acá todos opinan en función de lo que dicen las corporaciones, como por ejemplo la tapa del diario Clarín del 2 de septiembre donde dice ` el voto a los 16: un mercado de 2 millones de electores”·
“Así llaman las corporaciones a nuestro pueblo, como mercado, mientras que nosotros los tratamos como seres humanos que son, plausibles de derechos”, continuó.·
En un encendido discurso, Larroque señaló que “parece que algunos opositores solo van a los estudios de TN, porque están viendo otra realidad”, y afirmó que “el bloque radical no puede manejar ni una calesita” y que “escuche hablar de muchas formas de socialismo, pero nunca de ‘narcosocialsimo’”
Una vez que se retiraron los opositores, el presidente de la bancada del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, los instó a regresar fundamentando que “no pueden retirarse en función de la intensidad de un discurso”.
La sesión tuvo un significado especial ya que los palcos estuvieron colmados por jóvenes que entonaban cánticos a favor del proyecto, lo que sucede cuando se produce un debate de alto impacto popular, como es la habilitación para el voto optativo de los jóvenes desde los 16 años.
El texto aprobado hoy define como electores nacionales a «los argentinos nativos y por opción desde los 16 años» y a «los argentinos naturalizados desde los 18 años», pero no fija penalidad alguna para quienes no sufraguen, de manera similar a lo que ocurre con los mayores de 70 años.