El presidente Barack Obama declaró áreas de desastres las zonas de New York y Long Island, una ordenanza ejecutiva para situaciones de emergencia especial que activa fondos federales extraordinarios para auxiliar a estas regiones.
Autoridades sanitarias confirmaron que los fallecimientos ocurrieron cinco en New York, seis en New Jersey y Pennsylvania, dos en Connecticut, y tres en Maryland, North Carolina y West Virginia. Sandy ya dejó 69 víctimas fatales en países del Caribe.
En el perímetro metropolitano de New York la tormenta provocó apagones en gran parte de la ciudad, derribó docenas de árboles y líneas de comunicación, causó inundaciones que perjudicaron al sistema de trenes urbanos y ocasionó incendios en 50 viviendas.
La tempestad del Atlántico, que se combinó con sistemas meteorológicos invernales, continuará este martes su curso peligroso hacia el oeste de Pennsylvania y el Servicio Climático Nacional pronostica que tocará tierras canadienses mañana miércoles.
Obama y el candidato presidencial republicano, Mitt Romney, cancelaron giras electorales que tenían programadas para esta semana en Ohio, Iowa y Florida, a solo siete días de los comicios generales para renovar la Casa Blanca y el Congreso.
La Oficina Oval indicó que el mandatario demócrata regresó a Washington para liderar el monitoreo oficial del ciclón categoría uno, cuyo paso afecta a zonas muy pobladas en el noreste con fuertes lluvias y vientos de 137 kilómetros por hora.
Nueve estados en la región oriental -New York, Maryland, Pennsylvania, Virginia, Connecticut, New Jersey, Massachussets, Delaware, Rhode Island, y el Distrito de Columbia- declararon condición de emergencia.
Los dos mayores huracanes que golpearon en el pasado reciente a Estados Unidos fueron el Wilma y el devastador Katrina, ambos en 2005, de categoría tres de la escala Saffir-Simpson de cinco y con foco en el sur del país.