En Rosario, el líder del certamen, Newell´s Old Boys, ponía en juego su invicto ante el último campeón, Arsenal de Sarandí. Mientras que en la capital de la provincia de Buenos Aires, Estudiantes de La Plata buscaba un triunfo que lo deje como virtual tercero en la clasificación y con chances de luchar por la corona hasta el final del semestre.
A pesar de las aspiraciones por dar la nota de los dos equipos del sur del conurbano bonaerense, la suerte no estuvo de su lado, ambos cayeron derrotados y comenzaron a despedirse definitivamente de todo sueño.
En el Estadio Único Ciudad de La Plata, el Pincha se adueñó del esférico durante gran parte del partido, hizo los méritos necesarios para llegar al arco de Nicolás Cambiasso, pero falló en la puntada final. El manejo del balón no fue capitalizado en ningún momento y sufría las subidas de los extremos del Albo que sorprendían a una defensa de unos escasos tres hombres. En el complemento cuando parecía que el empate era imposible de evitarse, apareció Mauro Matos para asistir a Hernán Grana que no perdonó a Justo Villar y marcó el único tanto del juego.
Los de Floresta, apoyados en la cábala de su indumentaria, se quedaron con tres puntos de oro para despegarse de los conjuntos que luchan por permanecer en la categoría. Mientras que los de Diego Cagna dejaron escapar su chance de acortar le brecha, una vez más.
En el Coloso Marcelo Bielsa, el único líder e invicto del campeonato, la Lepra recibió al Arse. Los de Gerardo Martino, fiel a su estilo, golpearon apenas comenzó el trámite y el resto del juego estuvo de más. La mejor defensa del país hizo todo lo posible por mantener esa diferencia, siguió con la misma ideología cuando Ignacio Scocco volvió a marcar y la defendieron a muerte cuando Gabriel Heinze vio la roja.
Con un hombre menos en el local, la iniciativa estuvo a cargo de los del Viaducto, sin embargo redujeron el dominio del esférico en centros fáciles para la última línea leprosa. De tanto buscar el tanto que le de esperanzas de llegar a la igualdad lo encontraron en los pies de Carlos Carbonero. A pesar del descuento del colombiano, poco hicieron los bonaerenses para anotarse un segundo grito.
Los rosarinos demostraron una vez más ser los máximos candidatos a quedarse con el título, el descenso ya quedó lejos y ahora el sueño es la Copa Evita Capitana. Los de Gustavo Alfaro, nuevamente, fueron una sombra del último campeón del fútbol argentino.