Recientemente diversas corporaciones, entre ellas el consorcio automovilístico PSA Peugeot Citröen, la aerolínea Air France, el grupo químico farmacéutico Sanofi y la empresa de comunicaciones Alcatel-Lucent, anunciaron severos recortes de personal.
La Peugeot se propone clausurar la fábrica de vehículos ubicada en la localidad de Aulnay-sous-Bois, en la periferia capitalina y cerrar en total ocho mil puestos en todo el país durante los próximos dos años.
Por su parte, Air France informó a los sindicatos que disminuirá su personal en cinco mil plazas de aquí al 2015 para bajar sus costos de operación.
Al menos otros dos 500 mil trabajadores quedarán cesantes en Sanofi y Alcatel, según anunciaron los directivos de esas firmas.
A todo ello deben sumarse por lo menos otros dos mil asalariados afectados por decisiones judiciales que dictaminaron la liquidación de varias empresas en las dos últimas semanas.
Se trata de la cadena de tiendas de productos de alta tecnología Surcouf, la fábrica de decodificadores digitales Thomson Angers y la refinería Petit-Couronne, propiedad del consorcio suizo Petroplus.
En estas condiciones el proceso para solucionar el creciente desempleo será lento y los efectos negativos durarán todavía durante un período prolongado de tiempo, dijo el titular francés.
El índice de paro rebasó ya la línea simbólica del 10 por ciento de la población en edad laboral, lo cual significa más de tres millones de personas sin trabajo.