Las mujeres embarazadas podrán viajar en forma gratuita en las líneas del transporte público de pasajeros, al menos dos veces por mes, para poder cumplir con los controles médicos, según una ley aprobada hoy por la Legislatura de la provincia de Buenos Aires.
La norma, sancionada esta tarde por unanimidad en la Cámara de Senadores, determina que el ministerio de Infraestructura provincial deberá otorgar «pases libres» a quienes identifique como beneficiarias.
El beneficio se extenderá durante la totalidad del período gestacional y en los tres meses posteriores al nacimiento.
Los pasajes podrán ser utilizados «en todas aquellas líneas urbanas e interurbanas de autotransporte público de pasajeros de jurisdicción provincial» y el Ministerio de Salud bonaerense «determinará la documentación válida que acredite el estado de la mujer que se considera con derecho al beneficio».
El diputado Juan De Jesús, autor de la iniciativa, afirmó que, con esta ley «se está materializando el derecho a la salud pública que está consagrado en la constitución de la Provincia», y aclaró que «no es una medida aislada, sino que tiene que ver con una agenda de derechos que promueve el cuidado de la salud para las madres de la provincia de Buenos Aires».
También se convirtió en ley una iniciativa para que Directores de hospitales denuncien los nacimientos prematuros.
El proyecto presentado por la legisladora del bloque oficialista Graciela Rego, obliga a los directores de los hospitales y centros de atención de salud a efectuar la denuncia sobre los nacimientos de niños con bajo peso y los casos de prematurez que se produzcan las dependencias a su cargo.
El Poder Ejecutivo será el encargado de arbitrar los programas necesarios para el seguimiento, contención y atención de los niños.
«Los recién nacidos con bajo peso representan un alto porcentaje de la tasa de mortalidad infantil, por lo que se debe extremar las medidas para eliminar esta situación», fundamentó la senadora Rego.
Además, sostuvo que «la denuncia por sí sola no erradica las consecuencias posteriores al nacimiento, pero sí le permite al Estado tomar conocimiento e individualizar los casos para aplicar las políticas públicas correspondientes».
«En distintos países se ha demostrado que aquellos recién nacidos, que recibieron complemento de hierro y zinc a la par del amamantamiento materno, han superado con satisfacción los efectos nocivos de los nacimientos de bajo peso», explicó la legisladora.