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La familia del trabajador ferroviario Alfonso Severo, un testigo en el juicio por el crimen del militante del Partido Obrero, que debía declarar hoy en Tribunales, denunció hoy su desaparición.
Por esa razón, el Ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, ordenó a la Dirección de Personas Desaparecidas de la Subsecretaría de Justicia y las Superintendencias de Investigaciones y Delitos Complejos de la provincia de Buenos Aires, que todas las áreas de investigaciones se pongan a disposición del fiscal interviniente en la búsqueda.
«No tenemos rastros de él desde anoche. Estaba muy entusiasmado por poder declarar hoy. En ningún momento él se hubiera borrado. Pongo las manos en el fuego por mi padre y mi familia está destrozada», dijo en declaraciones a la televisión, Gastón Severo, hijo de Alfonso.
Severo es un trabajador ferroviario de Ferrobaires, con sede en el barrio de Constitución, que en la etapa de la instrucción del juicio, había declarado que en la noche del 20 de octubre de 2010 –el día que lo mataron a Ferreyra- le “tirotearon” la casa.
«Mi padre nunca tuvo miedo de nada. El aportó mucha información a la causa. Siempre estuvo para ayudar y, por ayudar, termina siendo dañado uno mismo», sostuvo el hijo.
Severo -que vestía un pantalón de jean, camisa y zapatos, y no tenía problemas de salud, según refirió su familia- salió de su casa anoche a las 22.30 a bordo de un auto Renault Clío negro, chapa HGA-137, y nunca llegó a la casa de su hijo, donde se dirigía.