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«No vemos todavía por supuesto una solución inmediata», dijo el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño al final de la reunión con su homólogo William Hague en un hotel de la ciudad estadounidense, al margen de la Asamblea General de la ONU.
En cuanto a la exigencia de Quito para que Londres entregue el salvoconducto qye le permita a Assange viajar asilado a Ecuador, «nos han dicho que por ahora ellos no tienen esa posibilidad», dijo Patiño.
Sigue existiendo «una diferencia de interpretación sobre el tema», admitió el canciller, quien no obstante subrayó que acordó con Hague volver a entrevistarse en uno o dos meses, lo que demostraría una «disposición a encontrar una salida diplomática entre los dos países».
Durante la reunión, Hague reiteró a Patiño que el Reino Unido estaba «bajo la obligación de extraditar a Assange a Suecia», donde la justicia quiere interrogarle por acusaciones de agresión sexual, según un vocero de la cancillería británica.
«El concepto de »asilo diplomático», si bien muy establecido en América Latina, no existe en las leyes británicas», señaló Hague al canciller ecuatoriano, de acuerdo con la misma fuente.
El australiano, de 41 años, se refugió en la embajada ecuatoriana en Londres el 19 de junio después de agotar todos los recursos en contra de su extradición de Gran Bretaña a Suecia.
Assange teme que Suecia le entregue a Estados Unidos, donde podría ser procesado por haber revelado documentos diplomáticos estadounidenses en la página web WikiLeaks.
Ecuador aprovechó la Asamblea General de la ONU para aumentar la presión sobre el Reino Unido, en un evento el miércoles en el edificio de Naciones Unidas, que contó con la participación vía satélite de Assange.
«Les hablo hoy como un hombre libre», saludó Assange, con rostro cansado, desde la embajada ecuatoriana en Londres, en una transmisión entrecortada por fallas técnicas.
En ese evento, Patiño advirtió que la «única salida» al impasse es la entrega del salvoconducto británico, al tiempo que afirmó que Ecuador está «absolutamente preparado» para dar refugio a Assange en su embajada el tiempo que sea necesario.
Tras la reunión el jueves, Patiño se mostró en cambio más conciliador, y aunque admitió que las posiciones de Londres y Quito se mantienen iguales, reiteró que ambos desean una salida diplomática y que el solo hecho de que se reúnan los cancilleres es «positivo».
«Tengo esperanza de que esto pueda solucionarse», insistió Patiño.
El canciller dijo que una de las preocupaciones de Ecuador es cómo proceder si la salud de Assange se deteriora o si el australiano tiene una emergencia médica, a lo que Hague prometió dar una respuesta próximamente, según Patiño.