Jesús Cariglino llegó al mediodía a la maternidad municipal Eva Perón, donde se hacía la reconstrucción de las agresiones ocurridas hace tres meses, y gritó a viva voz que “terminen con esto rápido porque este es un hospital en serio que recibe pacientes de toda la provincia, y no un hospitalito cualquiera de esos que hacen la Nación o la Provincia”.
El intendente increpó primero al abogado que representaba a los periodistas de la agencia Télam, a quien confundió con el fiscal de la causa.
El letrado le respondió que se trataba de una diligencia judicial y que iba a finalizar cuando así lo dispusieran los peritos.
Ante la prensa presente en el lugar, Cariglino indicó que “quizás yo conozca algunos de los miembros de la patota que actuó ese día o quizás ellos me conozcan a mí porque yo soy el intendente y trato de hablar con todos los vecinos”.
Cariglino afirmó que “nadie puede cuestionar nuestro sistema de salud porque está financiado por la ley de coparticipación provincial y nadie tiene derecho a decirnos cómo aplicar esos recursos”.
Sin embargo, cuando la madre de una de las víctimas de mala praxis se acercó para cuestionar al intendente, Cariglino acusó friamente a la mujer por la muerte de su hija y se desligó de las denuncias.
“Sinvergüenza, cararrota, hijo de puta…”, le contestó indignada Analía Bizarra, madre de Celeste Morales, la niña que falleció en mayo pasado en el Hospital “Claudio Zin” tras un drenaje mal hecho.
Luego, al ser consultado sobre por qué había irrumpido en la reconstrucción de la agresión, el jefe comunal indicó que había ido al hospital a ver un paciente, aunque se negó a identificarlo.
Advirtió además que “ya les voy a mostrar fotos de estos periodistas con La Cámpora”, mientras señalaba al periodista del portal “Malviticias”, Ignacio Vaschetto, y al redactor de la agencia Télam, Julio Mosle, dos de los agredidos por una patota vinculada al intendente el 5 de junio pasado.
En esa oportunidad, un equipo periodístico de la agencia Télam, junto a otros de Tiempo Argentino, Crónica y medios locales, fueron agredidos violentamente mientras cubrían el caso de mala praxis que terminó con la vida de Celeste Morales.